Nikola Tesla

Las incesantes disputas con Edison forzaron
su abandono de la compañía y su asociación con G. Westinghouse, quien compró
las patentes de su motor y de un transformador que facilitaba la distribución
de este tipo de corriente hacia los usuarios finales. Ambos ganaron la batalla
de la distribución de la energía, pues el transporte de corriente alterna es
más barato y sencillo que el de continua. En 1893 su sistema fue adoptado por
la central hidroeléctrica situada en las cataratas del Niágara.
Tesla fundó en Nueva York un laboratorio de investigaciones
electrotécnicas, donde descubrió el principio del campo magnético rotatorio y
los sistemas polifásicos de corriente alterna. Creó el primer motor eléctrico
de inducción de corriente alterna y otros muchos ingenios eléctricos como el
llamado montaje Tesla, un transformador de radiofrecuencia en el que primario y
secundario están sintonizados, de utilidad a la hora de preseleccionar la
entrada de un receptor radioeléctrico. Predijo la posibilidad de realizar
comunicaciones inalámbricas con antelación a los estudios llevados a cabo por
Marconi, y en su honor se denomina tesla a la unidad de medida
de la intensidad del flujo magnético en el sistema internacional.
Sus invenciones y patentes se sucedieron con cierta rapidez.
En 1887, y como consecuencia del descubrimiento llevado a cabo por John
Hopkinson en 1880, según el cual tres corrientes alternas y desfasadas entre sí
pueden ser trasladadas de manera más sencilla que una corriente alterna normal,
Tesla inventó el motor de inducción de corriente trifásica.
En ese motor las tres fases actúan sobre el inducido de
forma que se logra que éste gire al generarse un campo magnético rotatorio. No
obstante, el rotor se movía con un cierto retraso respecto a la frecuencia de
la corriente. Basándose en este invento, el sueco Ernst Danielson inventó en
1902 el motor sincrónico, en el que sustituyó el material del inducido, que no
era magnético, por un imán permanente o electroimán, lo que le permitió
conseguir un motor que rotaba con un número de revoluciones por minuto igual a
las de la frecuencia de la corriente.
En 1891 Tesla inventó la bobina que lleva su
nombre, que consiste en un trasformador que consta de un núcleo de aire y con
espirales primaria y secundaria en resonancia paralela. Con esta bobina fue
capaz de crear un campo de alta tensión y alta frecuencia. Dos años después
descubrió el fenómeno de carácter ondulatorio denominado "luz de
Tesla" en las corrientes alternas de alta tensión y alta frecuencia;
mediante el estudio de estas corrientes, observó que las lámparas de
incandescencia de un único polo emiten luz cuando se las aproxima a un
conductor por el que pasa corriente eléctrica, y que los tubos de vidrio vacíos
brillan aunque carezcan de electrodo si se les conecta por uno de sus extremos
y se aproxima el otro a un conductor por el que fluye corriente de alta
frecuencia. También se percató de que el cuerpo humano es capaz de conducir
estas corrientes de alta frecuencia sin experimentar daño alguno